Cuando
opte por tener un smarphone, no vi necesario descargar la aplicación Whatsapp,
suficiente con Facebook. Con el pasar de los días cuando intercambiaba mi
número celular con demás amigos, siempre venía la pregunta ¿tienes whatsapp?,
fue ese entorno que me obligo a descargar dicha aplicación en el celular.
Me
di cuenta de que a diferencia del Facebook, esta va más para un entorno social
de personas conocidas, personas que cuentan con tu número telefónico.
Atrás quedaron los aburridos mensajes de texto nada interactivos, la diferencia
que aquí se gasta tu paquete de datos, o si cuentas con una señal wifi, esto no
te constará nada.
Si
en tiempos pasados pedíamos el número telefónico cuando conocíamos a alguien,
luego pasamos a limitarnos a sólo pedir su nombre de Facebook para así
buscarlo(a), ahora vuelve la clásica pedida de número telefónico, para
contactarnos directamente a su whastapp.
Y
es que esta herramienta se ha vuelto esencial en la vida de muchas
personas, porque ha cambiado al antiguo mensaje de texto, los mensajes pueden
ser más continuos y sin consto alguno si se cuenta con una señal wifi, además
de la facilidad de enviar imágenes, videos, audios, archivos, entre otros, es
un aplicación mucho más interactiva.
Esta
aplicación también tiene sus contras, quien no ha visto o se ha sentido incómodo con personas pegados a su celular, interactuando a través de esta
herramienta con alguna persona, mientras tú le hablas, le cuentas de la vida,
cosas que han pasado, alguna experiencia, etc. Y mientras tanto tu compañero
que sólo se limita a oír (si es que te oye) y te dice “sí”, “no”, “aja”,
“enserio”, te sientes ignorado, y se convierte en un dialogo con monosílabos
como respuesta.
Y
es que este tipo de herramientas cada día muy parte de sus beneficios, también
puede convertirse en un arma mortal, una enfermedad, bien dicen que “todo
en exceso es malo”, y parece ser cierto. Cuando veo a estas personas
concentradas escribiendo por su celular, casi ignorando por así decirlo a
personas que se encuentran a su alrededor, me pongo a pensar, ¿el mundo
está dejando de hablar y escuchar?, tal vez en el futuro ya nadie hable, y solo
nos comuniquemos con la mente, si el mundo sigue así esta realidad no parece
ser tan lejana de la realidad.
Pero
no hay nada mejor que la comunicación e interacción directa con tus amigos, no
nos ignoremos, hablemos más con los que están a nuestro alrededor, aprendamos a
compartir con ellos y dejemos el whatsapp por un momento, y demás herramientas
que nos aíslan. ¡Las personas que te rodean también quieren escucharte!
Renzo Azurín Ch.
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