martes, 3 de junio de 2014

Whatsapp: ¿Todo en exceso es malo?

Cuando opte por tener un smarphone, no vi necesario descargar la aplicación Whatsapp, suficiente con Facebook. Con el pasar de los días cuando intercambiaba mi número celular con demás amigos, siempre venía la pregunta ¿tienes whatsapp?, fue ese entorno que me obligo a descargar dicha aplicación en el celular.

Me di cuenta de que a diferencia del Facebook, esta va más para un entorno social  de personas conocidas, personas que cuentan con tu número telefónico. Atrás quedaron los aburridos mensajes de texto nada interactivos, la diferencia que aquí se gasta tu paquete de datos, o si cuentas con una señal wifi, esto no te constará nada.

Si en tiempos pasados pedíamos el número telefónico cuando conocíamos a alguien, luego pasamos a limitarnos a sólo pedir su nombre de Facebook para así buscarlo(a), ahora vuelve la clásica pedida de número telefónico, para contactarnos directamente a su whastapp.

Y es  que esta herramienta se ha vuelto esencial en la vida de muchas personas, porque ha cambiado al antiguo mensaje de texto, los mensajes pueden ser más continuos y sin consto alguno si se cuenta con una señal wifi, además de la facilidad de enviar imágenes, videos, audios, archivos, entre otros, es un aplicación mucho más  interactiva.

Esta aplicación también tiene sus contras, quien no ha  visto o se ha sentido incómodo con personas pegados a su celular, interactuando a través de esta herramienta con alguna persona, mientras tú le hablas, le cuentas de la vida, cosas que han pasado, alguna experiencia, etc. Y mientras tanto tu compañero que sólo se limita a oír (si es que te oye) y te dice “sí”, “no”, “aja”, “enserio”, te sientes ignorado, y se convierte en un dialogo con monosílabos como respuesta.

Y es que este tipo de herramientas cada día muy parte de sus beneficios, también  puede convertirse en un arma mortal, una enfermedad, bien dicen que “todo en exceso es malo”, y parece ser cierto. Cuando veo a estas personas concentradas escribiendo por su celular, casi ignorando por así decirlo a personas  que se encuentran a su alrededor, me pongo a pensar, ¿el mundo está dejando de hablar y escuchar?, tal vez en el futuro ya nadie hable, y solo nos comuniquemos con la mente, si el mundo sigue así esta realidad no parece ser tan lejana de la realidad.

Pero no hay nada mejor que la comunicación e interacción directa con tus amigos, no nos ignoremos, hablemos más con los que están a nuestro alrededor, aprendamos a compartir con ellos y dejemos el whatsapp por un momento, y demás herramientas que nos aíslan. ¡Las personas que te rodean también quieren escucharte!


Renzo Azurín Ch.

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